A excasos 10
minutos de la universidad donde estudio, tenemos la Alberca de Loreto, una
balsa de riego, documentada ya en el siglo XIII, que recoge las aguas del
embalse de Arguis. Con un nivel de agua muy variable, dependiendo de la
necesidad de su uso para regar, se seca frecuentemente a primeros de verano.
Debido a su
poca profundidad, las orillas están colonizadas por formaciones de carrizo y
anea que, junto con las aguas libres, son el hábitat de especies acuáticas que
encuentran un lugar donde alimentarse y nidificar o simplemente, ocultarse para
descansar o dormir. El paso de las estaciones de diversidad a las especies
presentes en Loreto, con aves que pueden verse solo en verano, como los
carriceros, que ponen cantos en el carrizal, o los patos invernantes, para cuya
observación esta Alberca es privilegiada debido a su pequeño tamaño.
Pese a su
origen artificial, estos puntos de agua son realmente valiosos, contribuyendo
enormemente a enriquecer las especies presentes en un entorno tan seco como es
la Hoya de Huesca.
Esta tarde,
después de salir de clase, hemos decidimos darnos una vuelta por Loreto a ver que se
cocía; pudimos observar aves como el cormorán que secaba sus plumas al sol.
Cormorán grande (Phalacrocorax carbo)
Gaviota patiamarilla, ánades reales y frisos |
Bisbita alpino (Anthus spinoletta) |
Hembra de colirrojo tizón (Phoenicurus ochruros) |
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