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viernes, 31 de mayo de 2013

Florecillas de la estepa.


 Hoy, en un pequeño descanso del estudio, me he ido a dar un paseillo de no más de 20 minutos desde mi casa. La estepa está muy florida, pero creo que la primavera aún no está en su máximo apogeo, y que dentro de unos 15 días aún estará más alucinante.

  Yo profeso una gran admiración a estas zonas esteparias que rodean mi pueblo, y que junto a los campos de cereal son el ecosistema que más abunda por el Altiplano turolense; también a su flora y a su fauna, que se han tenido que adaptar a las duras condiciones que hay en este lugar a 1200 m de altura; son zonas muy venteadas, con escasas precipitaciones y temperaturas muy extremas, además de esto, el elevado pastoreo ha acabado de moldear las plantas y a impedido el crecimiento de árboles. Estas zonas, también han modelado mucho al hombre que las habita, y han echo que este aproveche al máximo los pocos recursos que le ofrece.

  A pesar de la poca importancia que le da la mayoría de la gente a estos ambientes tan singulares, tienen una gran diversidad de especies, y es muy importante conservarlos, ya que los seres vivos que viven aquí no están en ningún otro lugar.

 Hoy solo os voy a enseñar algunas de las plantas que hay por aquí, ya que estas no se mueven ni se esconden, de echo, ahora en primavera intentan llamar la atención de los insectos, con sus llamativas flores, que son los que se encargan de la polinización.  Más adelante os mostraré la gran variedad de aves y reptiles que hay por aquí. Estos si que se camuflan perfectamente en la estepa, y son más difíciles de ver.



Erizo (Erinacea anthyllis)


Jarilla (Fumana thymifolia)

Romerilla  (Cistus clusii)





Lino azul (Linum narbonense)




Lithodora fruticosa



Globularia vulgaris


Nazareno (Muscari neglectum)

Tomarro  (Thymus vulgaris)
Flores de Anthiylis montana sobre Potentilla cinerea












Aliaga (Genista scorpius)

Flor de mi país, 
flor pequeña
y puntual,
desbarajuste
explosivo
de la primavera
que de un silencio
inicias tu asalto
y de un chasquido
humilde y sigiloso
culminas
tu dominio
de la paramera.

Flor de mi país,
señora de la luz
y de la austeridad
que en lugares toscos
tienes tu casa,
eres mi patria
y mi conciencia
mi arraigo impertinente
y mi susurro irredento,
quiero de ti
aprender a no rendirme,
a no capitular,
jamás someterme al ritmo
de los relojes,
cualesquiera sean 
las dificultades
que deba enfrentar
a mi paso.


Poesía a la aliaga. Diego J. Colás. Naturalista y amigo.









Salud2

2 comentarios:

  1. Belleza. Tranquilidad y sosiego. Pureza, armonía y equilibrio. Paz y respiración pausada. Subidón...

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  2. Es una verdadera gozada. Lo que también es una gozada, eres tu haciendo de pastor, y luego menuda caldereta te arrearías!!

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